FAQs DE PARC TRAMUNTANA

El Golfo de Roses es el único sitio de la costa catalana en el que resulta viable explotar el recurso eólico marino, tanto por las características batimétricas del fondo marino como por las condiciones de viento. Es de esperar que el Golfo de Roses sea identificado por el Ministerio de Transición Ecológica como un emplazamiento prioritario para el desarrollo de la eólica marina, al no haber en Cataluña otras ubicaciones que presenten las condiciones adecuadas para la implantación de un parque de estas características.

La realidad es que en otros lugares de la costa no hay viento suficiente o, cuando lo hay, como ocurre en el entorno del Delta del Ebro, las limitaciones derivadas de su proximidad a la costa o la presencia de figuras de protección ambiental impiden o comprometen la viabilidad del desarrollo de un parque eólico marino.

Las directrices de la Unión Europea recomiendan situar los parques eólicos marinos a, como mínimo, 8 km de la costa, con el fin de reducir el impacto paisajístico. Parc Tramuntana estará situado, en su punto más cercano a la costa, a 14 km del Cap de Creus, prácticamente el doble de la distancia recomendada. Por otro lado, su distancia respecto a la Bahía de Roses será de 24 km, más de tres veces la distancia recomendada.

Inicialmente, se planteó su instalación a 10 km del punto costero más cercano, óptima desde el punto de vista técnico, pero en respuesta a las consultas con el territorio y la preocupación mostrada por sus efectos sobre la percepción del paisaje o su posible afección a las aves que frecuentan los espacios protegidos litorales, se modificó la propuesta para alejarlo 4 km más, buscando una solución de consenso.

Técnicamente, dada la naturaleza flotante del parque, sería posible (aunque más costoso) alejarlo todavía más. Sin embargo, ello implicaría situarlo sobre una zona donde la afección a la actividad pesquera del Golfo de Roses, esencial para la viabilidad de la industria pesquera de la región, sería mucho más significativa, por lo que se ha descartado esa posibilidad. En la localización actualmente propuesta para el parque se ocupa una zona actualmente declarada de veda, por lo que la afección a caladeros de pesca actuales es mínima.

Los estudios de los que se dispone hasta el momento, que analizan el impacto de parques eólicos marinos similares en la actividad turística del litoral, han comprobado que la presencia de un parque eólico marino, a una distancia similar a la que se propone, no ha tenido efectos negativos notables y que, en ciertos casos, incluso ha conllevado una serie de ventajas para las poblaciones próximas. Algunos estudios indican que en Block Island, Rodhe Island, el hecho de que se haya instalado el primer parque eólico marino de Estados Unidos, no solo no afectó al turismo local, sino que supuso un nuevo atractivo para la isla con efecto llamada, a pesar de su proximidad a la costa. Además, se apreció la generación de nuevas actividades relacionadas con el parque, como visitas en barco cerca del parque eólico Marino, y el incremento de las pernoctaciones. En Inglaterra, un estudio no encontró evidencia que la ejecución de un parque tuviera impacto en el turismo, apuntando a que mantiene las tendencias generales de la región.

En todo caso, el posible impacto socieconómico del proyecto es un aspecto clave en la evaluación de impacto ambiental, y para poderlo evaluar adecuadamente y prever las medidas compensatorias necesarias para neutralizarlo, se están desarrollando estudios específicos, particularizados a las singularidades del litoral ampurdanés.

El parque eólico se ha proyectado sobre un área que actualmente está designada como de veda de pesca, con la intención de reducir al máximo el impacto sobre la actividad pesquera. Asimismo, se ha evitado ocupar espacios marítimos en los que faena regularmente la flota pesquera del Golfo de Roses, que son principalmente aquellos espacios ligados a la pesca de la merluza, la gamba y el langostino, algunos de los principales recursos con los que cuenta la industria local.

Parc Tramuntana está en contacto permanente con las cofradías de pescadores del Alt Empordà, de manera que la ubicación actual del proyecto se ha definido en base a los requisitos y necesidades de la comunidad pesquera, y se están evaluando posibles compensaciones económicas para paliar los efectos que el parque pudiera tener sobre su actividad profesional.

El autoconsumo eléctrico, como modelo de consumo democrático y de kilómetro 0, también es un modelo que se debe explorar y promover, pero por sí solo no es suficiente para satisfacer la demanda energética de Cataluña. Los pequeños proyectos eólicos y fotovoltaicos, además de las soluciones de autoconsumo, permiten cubrir una parte del consumo, pero resultan insuficientes para abastecer grandes ciudades o actividades con alta demanda eléctrica, como ocurre con gran parte de la industria.

Los análisis efectuados por el Institut Català de l’Energia demuestran que, en el escenario más optimista, el autoconsumo solo podrá cubrir el 50% de la demanda eléctrica catalana. En este sentido, la generación de energía renovable a gran escala y el autoconsumo no son mutuamente excluyentes, sino precisamente soluciones complementarias y necesarias. Para lograr el cumplimiento de objetivos de lucha contra el cambio climático y cubrir el 100% de la demanda energética con energías renovables en el año 2050, tal y como fija la ley catalana de cambio climático, serán también necesarias instalaciones de alta capacidad como Parc Tramuntana.

A diferencia de las aves terrestres, la mayoría de las especies de aves marinas vuelan a poca altura por encima del nivel del mar, en un vuelo rasante. Los aerogeneradores están diseñados de tal forma que el extremo inferior de la zona de barrido de las palas se sitúa a 25 metros sobre la superficie del mar, dejando así un amplio margen para el vuelo de estas aves y minimizando el riesgo de colisión.

Siendo conscientes de la importancia de la preservación de la riqueza ornitológica del Empordà, Parc Tramuntana está en permanente contacto con los responsables y técnicos de los tres parques naturales de la zona (Cap de Creus, Aiguamolls de l’Empordà i Mongrí-Illes Medes), para proponer con su asesoramiento las medidas necesarias para reducir al máximo el posible impacto del parque en la avifauna de la región.

Uno de los mayores beneficios de la eólica marina flotante es su reducido impacto en los fondos marinos. Los aerogeneradores van instalados sobre plataformas flotantes, que se fijan al fondo marino con un sistema de anclas. Esto hace que no sea necesario realizar perforaciones para instalar los pilotes sobre los que habitualmente se cimentan los aerogeneradores en otros parques eólicos marinos convencionales, reduciendo así al mínimo los efectos negativos sobre los fondos marinos, y evitando además importantes impactos durante la fase de construcción, como el del ruido, que puede afectar a especies sensibles como los cetáceos.

Por lo que respecta a la fauna marina, el parque está ubicado a una distancia prudencial de diversas áreas protegidas, especialmente del corredor de cetáceos situado al este del parque, lo que contribuye a minimizar los efectos sobre especies vulnerables. Asimismo los cables de evacuación y los cables de interconexión van enterrados, haciendo que la afección a la fauna marina sea muy reducida.

Aunque el riesgo cero no existe, los estudios disponibles sobre el impacto de la eólica flotante confirman que esta es relativamente inocua para la fauna marina. Además, la limitación a la pesca y la navegación dentro del recinto del parque, así como el diseño de los flotadores pueden ser aspectos muy positivos que contribuyan a la regeneración de los fondos marinos y de las poblaciones de peces, al eliminar otras presiones sobre los mismos.

Es cierto que el viento, al pasar por las palas de los aerogeneradores, produce un sonido característico audible para cualquier persona que esté situada a una distancia relativamente corta de la turbina. Sin embargo, el parque se situará, en su punto más cercano a tierra, a más de 14 km de la costa. A esta distancia, y dependiendo de las condiciones meteorológicas, el ruido puede ser imperceptible, y en todo caso muy inferior a los umbrales de ruido máximo establecidos en la legislación vigente.

Es falso. Los aerogeneradores están en funcionamiento entre el 75% y el 95% del tiempo, pero generan diferentes resultados en función de la velocidad del viento. En ocasiones es preciso pararlos, ya sea por falta o exceso de viento, o para realizar operaciones de mantenimiento, entre otros motivos. A pesar de ello, un solo aerogenerador terrestre de 2 MW es capaz de producir energía para cubrir la demanda de 800 hogares, y los aerogeneradores marinos flotantes de Parc Tramuntana serán casi ocho veces más potentes. Son una fuente de energía eficiente, económica y renovable.

A nivel técnico, no hay ninguna duda sobre la viabilidad de una instalación eólica en el Golfo de Roses. La eólica marina reposa sobre tecnologías de probada eficacia, que se utilizan desde hace años en el Mar del Norte y el Mar Báltico, con vientos de una fuerza igual o superior a los vientos del Mediterráneo. En el caso de la eólica marina flotante, hay experiencias previas en el mar del Norte y en el Atlántico, en ambas zonas sometidas a condiciones de viento y oleaje extremas. El diseño de las plataformas y su anclaje, así como los aerogeneradores, se adapta a estas condiciones de viento. Los análisis de recurso eólico realizados confirman que las turbulencias características del viento tramontana son compatibles con los aerogeneradores de última generación que se prevén utilizar en Parc Tramuntana.

Cerca del 90% del aerogenerador se compone de materiales reciclables. La plataforma suele construirse con materiales convencionales, como el homigón o el acero, la torre del aerogenerador es de acero, mientras que las palas están hechas de polímeros, como ocurre con muchas embarcaciones. Además, el sector está desarrollando constantemente nuevas soluciones para mejorar la reciclabilidad de las palas. La ley española incluso establece un procedimiento concreto para el desmantelamiento de los aerogeneradores una vez finalizada su vida útil, que permite recuperar la mayor parte de los materiales utilizados para su construcción.

En el caso de los aerogeneradores marinos flotantes, como los que usarán en Parc Tramuntana, el hecho de que sean flotantes facilita mucho su desmantelamiento, dado que solo será necesario retirar los anclajes y trasladar el aerogenerador a puerto, donde podrá ser desmontado con todas las garantías.